miércoles, 8 de agosto de 2007

Paradoja: Hitler amaba música judía


Resulta que el genocida
Adolfo Hitler —la hiena—,
era amante de la buena
música, la conocida.
Ahora bien —¡rara vida!,
¡extraños mares y ríos!—
El monstruo en sus desvaríos
conservaba un lado amable...
¡escuchaba el miserable
a los maestros judíos!