Que jamás se calle el canto,
que la muerte nunca pueda
comprarnos con su moneda
de tristezas y de llanto.
Nunca nos rompa el quebranto
la paz, y que el asesino
(tiempo, azar, dios o destino)
comprenda que tus canciones
alumbrarán los rincones
negros de nuestro camino.
[ Yeoman Prado (homenaje en SINGAPE) ]