jueves, 24 de diciembre de 2009

"Papanueles"

Que la nieve artificial
emocione a los idiotas,
yo voy "patiando" pelotas
(de fútbol) contra el portal.
Mientras se imponga el brutal
egoísmo en los humanos
mis versos irán -profanos-
a tragarse "papanueles"
que esconden bajos sus mieles
almas de hiena y gusanos.

jueves, 17 de diciembre de 2009

De vacaciones

Me voy de vacaciones unos días,
descansarán de mí, de mis sonetos,
de mis versos porfiados, indiscretos,
y de mis décimas sin melodías.

Han de seguir sembrando porquerías
los canallas de siempre, los sujetos
que son abuelos y que fueron nietos
de miserables. ¡Qué legión de arpías!

Yo me voy a Hong Kong o a Singapur
o al diablo, que es igual, si todo es ruido,
si todo es distracción y azar y albur.

Les prometo volver. Que lo prohibido
siempre fue mi lugar, porque un tahúr
tiene que ser audaz y entrometido.

La masajista de caballeros

Yo empecé como todas "solo damas",
después "bueno, está bien, pero correctos"
ya luego tuve "clientes predilectos"
y fui de las camillas a las camas.

El tiempo dibujó sus panoramas,
me contaron "sus cosas", sus proyectos,
sus miedos, sus rincones, sus afectos,
sus "por favor", sus "tú", sus melodramas.

Me convertí en la paz de aquellas tardes
en las que acaricié templos y ruinas,
sencilla, sin excesos, sin alardes.

Mis manos ya se saben las rutinas
que hacen temblar sus cuerpos, tan cobardes,
por el premio sin luz de sus propinas.

martes, 15 de diciembre de 2009

La masajista de damas

Trabajo solamente con señoras
(como comprenderán, soy muy decente)
voy por sus formas delicadamente
con manos suaves, casi aduladoras.

Las hay de piel amable, seductoras,
y flácidas (de cuello displicente)
y obesas (de ansiedad irreverente)
y deportistas (y provocadoras).

Sus cuerpos son mi campo de batalla,
los camino sin miedo, los provoco,
unos tiempos gentil y otros canalla.

Les impongo mi ritmo, poco a poco,
y a veces el silencio nos estalla.
Nunca pido perdón cuando las toco.

lunes, 14 de diciembre de 2009

La manicurista

Llegan con uñas rotas, desgastadas,
que a fuerza de limar transformo en arte,
en seña, en tentación, en estandarte,
en alertas, abismos y carnadas.

Son manos que no han sido maltratadas
por el trabajo duro. En esta parte
de la ciudad el ocio es el baluarte
de estas mujeres frívolas y heladas.

Cuentan sus aventuras (sus fracasos
los cuentan las demás), son literales
y coloridas (como los payasos).

A veces me parecen animales
midiendo sus palabras y sus pasos
mientras pinto sus garras y puñales.

domingo, 13 de diciembre de 2009

La recepcionista del hotel

Acá llega cualquiera que cancele
el costo de una noche. "Cinco estrellas"
es un título más. Vienen doncellas
y cortesanas. No hay quién me desvele.

Es un decir. Que estar despierta duele
a veces en los párpados. Botellas
de champán van de prisa. Las más bellas
sonríen menos. No hay quién las consuele.

Este oficio es metódico y discreto,
"por su seguridad" digo y empujo
los documentos. Siempre hay un secreto.

Sobran las culpas. No hay que hacerse brujo.
Basta con ser -atenta y con respeto-
recepcionista de un hotel de lujo.

sábado, 12 de diciembre de 2009

La enfermera de ancianos

No les tengo piedad, asco tampoco,
son mi trabajo, yo los necesito
igual que ellos a mí. Cuando los grito
no es por malvada. Limpio baba y moco.

Ellos son mi futuro. Si los toco
su piel gastada nubla el infinito.
Pues son lo que seré yo les permito
sus vómitos y orines; pero poco.

Ya enterré como a diez. Respiran muerte,
se deshacen sin prisa entre mis manos;
se hace piltrafa el músculo más fuerte.

Recibo sobras, no seres humanos.
Soy la última carta, la sin suerte,
soy enfermera en un hogar de ancianos.

viernes, 11 de diciembre de 2009

La sirvienta

Vengo de la provincia; me equivoco,
me dan miedo las máquinas que veo,
plancho, lavo, cocino, me mareo
en este mundo acelerado y loco.

Ya me ha dicho el patrón que lo provoco,
que lo lleno de ganas, que el deseo
es un monstruo sin luz, hambriento y feo,
que tan solo se calma si lo toco.

Soy una cosa más, soy "el servicio",
soy bruta, analfabeta, sucia y lenta;
me hicieron un favor con este oficio.

La patrona me grita y me alimenta;
la odio y me desprecia. Soy un vicio.
Soy nada y hago todo. Soy sirvienta.

jueves, 10 de diciembre de 2009

El político

Dicen que la política es aliada
del mal, la corrupción, la sombra, el ripio,
y sea concejal de municipio
o presidente, todo es mascarada.

Política es poder, sin él no hay nada.
"Yo fui elegido" (¡me encanta el participio!),
que si el poder es dios, yo soy principio
y razón y final de esta emboscada.

Hago lo que hay que hacer. No venga el crítico
que nada decidió, con voz absorta
a declarar: "qué mal este politico".

No diré que soy bueno. No me importa
ese juicio moral del paralítico.
Soy lo que soy. La vida es dura y corta.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

El corresponsal de guerra

Yo vivo de la muerte, de las balas,
de los cuerpos quebrados, de los huesos,
de las matanza y de los excesos;
del buen hacer de las personas malas.

Ángeles de la sombra que, sin alas,
siembran la destrucción, torturan presos;
ellos me dan trabajo con sus besos
de horror, sin maquillajes y sin galas.

Mis noticias le dan la vuelta al mundo,
soy el heraldo negro de esta tierra,
más impactante, cuanto más inmundo.

Muertos y mutilados. No me aterra
ver el dolor más cruel o más profundo,
pan del corresponsal que está en la guerra.

martes, 8 de diciembre de 2009

El ilegal

Somos millones pero yo soy uno,
estamos separados por el miedo,
trabajo en lo que encuentro, en lo que puedo,
soy todos y, también, soy el ninguno.

Vine porque mejore el desayuno
de los que allá dejé y acá me quedo,
renuncié a mi lugar pero no cedo
mi costumbre o mi fe, ¡qué inoportuno!

Los de acá me utilizan, soy barato
(sin papeles es menos el jornal
porque la Migra llega en cualquier rato).

Me necesitan y yo acepto igual
que me exploten un poco. Es un buen trato
la mala paga para un ilegal.

lunes, 7 de diciembre de 2009

El taxista nocturno

Mis clientes son todos los que, a oscuras,
viven bajo la luna y sus caminos,
ladrones, prostitutas, asesinos,
amantes de estas calles inseguras.

Guardianes de miserias e imposturas,
borrachos de probar todos los vinos,
camareros amables, torpes, finos,
gente de cuerpos secos y almas duras.

Yo no pregunto nada, yo manejo
con la cabeza alerta y con la vista
cuidándome la espalda en el espejo.

No hay ni piedad ni dios en la autopista;
conduzca bien quien quiera hacerse viejo
en este oficio estéril de taxista.

domingo, 6 de diciembre de 2009

El chofer

Como el motor, como el timón o el freno
soy algo más de la carrocería;
mi existencia es sencilla, cada día
manejo un auto de otro, muy sereno.

Se olvidaron de mí, y eso es lo bueno,
porque en mi profesión la maestría
consiste en compartir la travesía
tan desapercibido como ajeno.

Yo sé de sus desvíos, sus atracos,
sus lugares prohibidos, su pasión
por otras blusas y por nuevos tacos.

Yo soy discreto, que mi profesión
-tras estos vidrios cínicos y opacos-
es solo ser chofer de mi patrón.

sábado, 5 de diciembre de 2009

El estilista de los famosos

Vienen a mi local los poderosos;
soy peluquero, sí, pero exclusivo.
Soy clásico y también soy creativo,
y soy toda una moda entre famosos.

Empresarios, politicos, esposos
de importantes mujeres, son motivo
de este negocio simple y lucrativo:
cortar el pelo de los ambiciosos.

Son el lugar común, la tontería
hecha poder, abuso y atropello,
reyes de la idiotez de cada día.

Se creen importantes, un destello
de la inmortalidad. ¿Cuál será el día
que me decida, al fin, y corte un cuello?

viernes, 4 de diciembre de 2009

La adicta a Internet

Son las dos, son las tres de la mañana
y sigo sin dormir, sigo en la espera
de ser la que no fui, la primavera,
aunque mi invierno ensucie esta ventana.

Acá yo soy la que me da la gana,
seductora, atrevida, aventurera,
provocadora, virgen, embustera,
reina de mi rincón, mi soberana.

Mi nombre no es mi nombre, es un invento;
mi foto no es mi foto, la robé
de mi pasado inútil. Soy un cuento.

En la patalla no se ve mi acné,
ni mi rostro gastado y ceniciento,
ni mis ganas, ni el llanto de mi fe.

jueves, 3 de diciembre de 2009

El abogado de narcos

Empezó como un juego, era sencillo.
Era joven y hábil, descubría
los vacíos legales, los hacía
servir a mis clientes. Fui un martillo.

No preguntaba nunca por el brillo
de tanto ricachón. Si no sabía
me sentía mejor. La porquería
que ignoramos no es fuego ni cuchillo.

Después no me di cuenta o me distraje
con los millones, el avión, los barcos,
los carros, las mansiones y hasta el traje.

Así acepté los límites y marcos
de mi función. No es raro que hoy trabaje
de rehén y abogado de los narcos.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

La casada por dinero

¿Amor? Esa palabra tan extraña
me recuerda los tiempos en que aún
me hacía el corazón como un runrún
(que hoy solo me devuelve la champaña).

Es como exagerar decir "patraña";
es un acuerdo tácito, común,
según nos entendamos y según
sigamos escalando esta montaña.

¿Si me es infiel? No tengo la certeza.
¿Si soy infiel? A veces en la cama
se impone la brutal naturaleza...

Él paga por la madre y por la dama.
Yo pagué con mi cuerpo y mi belleza.
Ni quejas ni reclamos. No es un drama.

martes, 1 de diciembre de 2009

El cirujano plástico

Yo invento la belleza, la fabrico,
cambio el horror en luces y armonía,
les devuelvo a las feas la alegría,
corrijo a Dios, lo enmiendo y modifico.

Construyo una modelo de un perico,
cambio en felicidad una agonía,
transformo un arenal en poesía
y la inacción en verbo, si me explico.

Llegan amantes, gordas, prostitutas,
flacas y viejas, las que van al grano,
las que dudan, las tristes, las astutas.

Si supieran que al fin todo es en vano
no andarían buscando sustitutas
en mis manos de hambriento cirujano.