Ni los dieciséis salarios,
ni exonerarme de impuestos,
ni los grandes presupuestos
de “asuntos extraordinarios”.
Ni los sueldos millonarios,
ni “gastos de instalación”,
no hay la menor ambición
en mi afán proselitista,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
Ni el chofer, ni el asistente,
ni el guardia o la secretaria,
son fortuna extraordinaria
para la gente decente.
Que quede claro, no hay puente
que me lleve a la ambición
porque le tengo aversión
al político arribista,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
No me interesan contactos
ni relaciones ni amigos,
mis electores testigos
serán de todos mis actos.
No haré ni arreglos ni pactos
por codicia o ambición;
sólo me mueve a la acción
mi espíritu idealista;
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
Mi voto será a conciencia
no por dogma ni consigna,
todos saben que me indigna
la cobarde prepotencia.
Siempre con independencia
sin cálculos ni ambición,
votaré en cada sesión
con sapiencia de jurista;
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
No apañaré a delincuentes
porque tengan un curul
ni guardaré en un baúl
las denuncias consistentes.
Aplaudiré a los valientes,
condenaré la ambición,
mi vida será bastión
contra la turba anarquista;
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
No viajaré con dinero
del Estado (¡se los juro!),
ni mostraré nunca apuro
de andar por el extranjero.
No voy a ser el viajero
que pretende en su ambición
conocer cada rincón
del mundo como turista,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
No voy a exigir favores,
ni voy a pedir prestado,
viviré con lo ganado
en mis humildes labores.
Yo sé de legisladores
que, ciegos en su ambición,
creen que su posición
es de socio o accionista,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
Voy a ser con mis rivales
distante pero leal,
no es la labor congresal
para tontos ni chacales.
Algunos como animales
pelean en su ambición,
yo les daré una lección
honorable y principista,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
Seré como el agua, claro;
seré como el viento, libre;
seré la emoción que vibre;
seré del pueblo, el amparo.
Seré la luz, seré el faro,
que alumbre sin ambición,
seré, por definición,
“conservador-progresista”,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
Así que voten por mí,
porque soy extraordinario
y seré el parlamentario
con el mejor pedigrí.
Si nos vemos por allí
no digan que es ambición
mi automóvil, mi mansión
o mi vida de rentista,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
ni exonerarme de impuestos,
ni los grandes presupuestos
de “asuntos extraordinarios”.
Ni los sueldos millonarios,
ni “gastos de instalación”,
no hay la menor ambición
en mi afán proselitista,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
Ni el chofer, ni el asistente,
ni el guardia o la secretaria,
son fortuna extraordinaria
para la gente decente.
Que quede claro, no hay puente
que me lleve a la ambición
porque le tengo aversión
al político arribista,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
No me interesan contactos
ni relaciones ni amigos,
mis electores testigos
serán de todos mis actos.
No haré ni arreglos ni pactos
por codicia o ambición;
sólo me mueve a la acción
mi espíritu idealista;
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
Mi voto será a conciencia
no por dogma ni consigna,
todos saben que me indigna
la cobarde prepotencia.
Siempre con independencia
sin cálculos ni ambición,
votaré en cada sesión
con sapiencia de jurista;
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
No apañaré a delincuentes
porque tengan un curul
ni guardaré en un baúl
las denuncias consistentes.
Aplaudiré a los valientes,
condenaré la ambición,
mi vida será bastión
contra la turba anarquista;
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
No viajaré con dinero
del Estado (¡se los juro!),
ni mostraré nunca apuro
de andar por el extranjero.
No voy a ser el viajero
que pretende en su ambición
conocer cada rincón
del mundo como turista,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
No voy a exigir favores,
ni voy a pedir prestado,
viviré con lo ganado
en mis humildes labores.
Yo sé de legisladores
que, ciegos en su ambición,
creen que su posición
es de socio o accionista,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
Voy a ser con mis rivales
distante pero leal,
no es la labor congresal
para tontos ni chacales.
Algunos como animales
pelean en su ambición,
yo les daré una lección
honorable y principista,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
Seré como el agua, claro;
seré como el viento, libre;
seré la emoción que vibre;
seré del pueblo, el amparo.
Seré la luz, seré el faro,
que alumbre sin ambición,
seré, por definición,
“conservador-progresista”,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.
Así que voten por mí,
porque soy extraordinario
y seré el parlamentario
con el mejor pedigrí.
Si nos vemos por allí
no digan que es ambición
mi automóvil, mi mansión
o mi vida de rentista,
yo quiero ser congresista
por servir a mi nación.