Romper es simple; sencillo
resulta quebrar cristales,
que en esto de causar males
lucen bien piedra y cuchillo.
Fácil mostrar el colmillo,
sembrar miedos y gusanos,
hacer de los ciudadanos
enemigos, —«¡muerte, guerra!»—;
difícil salvar la tierra
y abrazarnos como hermanos.