Evítala, porque nada
nos ofrece (casi nunca).
Marca, rompe, rasga, trunca,
y es engaño. Y emboscada.
La lógica de la espada
nos envuelve en su maldad.
Solo por la libertad
se debe luchar; por ella,
sé relámpago, centella,
pólvora, fe y voluntad.