Unos fanáticos brutos
(¿alguno no es bruto acaso?)
profanaron -muy mal paso-
un cementerio. ¡Qué astutos!
¡Qué invencibles! ¡Qué absolutos!
¡Qué cobardes! ¡Qué infelices!
Pobres diablos, aprendices
de nazis. ¡Gente ignorante
que en la noche es desafiante
entre sombras y matices!
Fanáticos con fanáticos,
animal contra animal
"todo lo ajeno está mal"
en estos tristes lunáticos.
Intolerantes, tanáticos
que en nombre de su incultura
nos escupen la locura
de su negra intolerancia.
Miserable militancia
del error y la impostura.
Sean de izquierda o derecha,
sean por la patria o dios,
sean mil o sean dos,
encienden la misma mecha.
Van aumentando la brecha
de los unos a los otros,
cabalgan en negros potros
ensillados con la muerte
y buscan ser lo más fuerte
que se imponga ante el "nosotros".
