Odio, temor y rencores
son emociones humanas
(ni tan buenas ni tan sanas,
¿no que éramos mejores?).
El que sembró de terrores
y muertes la patria mía
no es mi amigo ni podría
compartir con él la cena
(mas si cumplió su condena
no soy juez ni policía).
Si el asunto era venganza,
¿por qué tribunal y juicio?,
si al fondo del precipicio
se terminaba la danza.
Si es matanza por matanza,
si es Hammurabi, después
no vengan con el inglés
del "equal rights" es "ganamos,
vencimos, los trituramos
y nos limpiamos los pies".
El estado de derecho
(nos guste o no, mala suerte)
no es cosa de "soy más fuerte"
ni "me pechas y te pecho".
La justicia es un estrecho
y angosto y largo camino.
No perdono al asesino
pero vencer al terror
es demostrar que es mejor
la razón que el desatino.