Cuentan que dos —¿será un mito?—
se encontraron cuando el sol
del mediodía era alcohol
en sus cuerpos, ¡mal bendito!
¿Lo demás? Cosas del rito
de arruinarse y ser feliz.
En la pasión no hay matiz
(no hay límites en los celos).
¿Y después? ¡Que ardan los cielos
y queme la cicatriz!