Bueno, chico, yo respeto
a don Álvaro, mi amigo,
yo era una ayuda, un testigo,
nada más, ya no me meto.
¿Quién dijo que me entrometo?
Cónchale vale..., en verdad
yo sigo con ansiedad
lo que acontece, mi hermano,
no es de metiche, es la mano
dada con sinceridad...
Yo quiero la paz del mundo,
quiero que se abracen todos,
quiero buscar los mil modos
de un amor grande y profundo.
¿Yo armamentista? ¡Qué inmundo
el que sugiera esa cosa!
¿La Guerra? ¡Bestia horrorosa!
Cónchale chico, yo espero
en mi barco petrolero
con un clavel y una rosa.
Y tú, mi buen Tirofijo
(mi hermano, mi comandante),
mándame la interesante
prueba de vida. La exijo...
Ya no te me enojes m´ijo,
hay que cumplir con la prensa,
con la canalla que piensa
que nosotros somos socios
o que tenemos negocios
con la pingüe recompensa.