lunes, 18 de mayo de 2009

Bendetti se murió

Benedetti se murió
y el silencio por un rato
sonríe en un arrebato
de sonrisa rococó.
Que no se da cuenta, no
(porque el silencio es idiota)
que lanzada la pelota
de la palabra no hay nada
(ni la muerte y su emboscada)
que consiga su derrota.

Se murió, pues los mortales
nos morimos. Mala suerte.
Pero no puede la muerte
matarnos los ideales.
Que celebren los chacales
del vicio y de la moneda.
Benedetti se nos queda
defendiendo la alegría
como el sol de medio día
que es su Laura Avellaneda.