En esto yo soy de extremos:
los pedófilos son viles,
que las vidas infantiles
deshacen, ¿nos comprendemos?
Aquellos curas blafemos
que ceden a esa lujuria
forman la nación espuria
de bastardos con sotana...
¡Vaya caridad cristiana!
¡Mil hijos de la gran curia!