martes, 7 de septiembre de 2010

En Corea, la del norte

Esto de las autocracias
y de la revolución
tiene mucha sinrazón
y mucho más de desgracias.
Son repugnantes falacias
del culto a la majestad
de una personalidad
que es igual a la de todos
pero que busca sus modos
para su perpetuidad.