En Bélgica nuevamente
saltó la liebre y la Iglesia
rejura que no habrá amnesia
contra el mal, ¡qué buena gente!
El obispo, penitente,
habla piadoso y contrito
pero acá yo me permito
hacerla de corrector:
Encubrir no es un "error",
Monseñor, ¡es un delito!