domingo, 19 de septiembre de 2010

La vergüenza no es justicia

¿Que se avergüenza? ¡Qué bueno!
Pero que sume al asunto
acciones que en su conjunto
limpien tan sucio terreno.
Que le ponga coto y freno
a los curas violadores,
que denuncie a esos traidores
y que los mande a prisión.
Bueno es que pida perdón;
mejor, que castigue horrores.