Que quede claro, no son
"hinchas", "fans" o "aficionados",
esos brutos afiebrados
que destruyen sin razón.
Si el fútbol es emoción,
qué bien, que siga sus sinos,
pero si en esos caminos
se rompe, se hiere y mata,
esto tan solo se trata
de vulgares asesinos.
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