sábado, 2 de junio de 2018

Los feminicidas

Ni de mala (ni de buena),
que esos, por mal que nos cuadre,
no tuvieron nunca madre
porque los parió una hiena.
No sé si fue culpa ajena,
si sufren de la razón,
del alma o del corazón;
sí sé que son delicuentes
cobardes como serpientes,
¡que se pudran en prisión!