Ni el cuy ni el huevo ni nada
podrá limpiarla del mal,
la denuncia criminal
ya la tienen preparada.
Nunca entendió la jugada
de aquellos filibusteros,
si no ofrecieron dineros,
sí relojes y cadenas
prestados. ¿No hay almas buenas?
¡Los lujos son pasajeros!