Es verdad, la presidencia 
tiene su luz y su miel, 
(medalla, aplauso, laurel 
o más... si existe pendencia). 
Pero vaya una advertencia 
(mejor dicho, una opinión): 
En esta hermosa nación 
de “desconcertadas gentes" 
terminan los presidentes 
suicidados o en prisión... 
 
