para Alejandra
Duerme tranquila, no hay nada
que pueda robar tu paz;
tu voluntad, pertinaz,
se revela en tu mirada.
Repara fuerzas. Cerrada
ya está la puerta al pasado;
solo el futuro, soñado,
fieramente perseguido,
te espera. Ángel dormido,
sueño mío, enamorado.