A Hamza Kashgari un día
le dio por decir verdades
-las suyas- y de impiedades
lo acusaron, ¡qué osadía!
La muerte lo perseguía
fue a Malasia por ayuda,
y en "truly Asia", sin duda,
sin preguntar y sin juicio,
lo deportaron. Suplicio...
¿Y la humanidad? ¡Tan muda!
[la noticia]