Helios va y le cuenta a Hefesto
que su mujer —Afrodita—
bien se solaza en la cita
con Ares, soldado apuesto.
«¿Seré cornudo?», en el gesto
del dios de los forjadores
la venganza siembra flores,
hace una trampa y —en ella—
captura al Amor —tan bella—
y a la Guerra. ¡Que impostores!