¡Ay, mamita, las encuestas!
Todos se ponen nerviosos
(si hasta infames y famosos
se lanzan a las apuestas).
¿Habrá duelo? ¿Se harán fiestas?
¿Se aceptarán las derrotas?
¿Podrán tantas almas rotas
entender que —¡por favor!—
todos somos —paz y amor—
peruanos y compatriotas?