¡Qué maldición! ¡Qué tragedia!
La ciencia y su desventura
dice, afirma y asegura
que dormir tiene una media.
Duermo poco y la comedia
se termina; se desata
la muerte sucia y barata
si ronco hasta cuando quiero.
¡Si duermo poco, me muero;
si duermo mucho, me mata!