En el eterno presente
del tiempo somos —estamos—,
de nada sirven reclamos
ni quejas (y es evidente).
¿Qué es importante, qué urgente?
¿Quién llegará en nuestra ayuda?
Ser o no ser es la duda
feroz de la inteligencia.
¡Qué inútil nuestra existencia!
¡Qué hermosa la piel desnuda!