Ella, al sol de cada día,
cruzaba por su ventana,
con apuros de mañana
y gestos de todavía.
Él, artista en travesía,
pudo hallar lo tan buscado
por la actitud, el peinado
y el mirar inteligente.
Si ella lo vio, de repente,
él siempre estuvo a su lado.