lunes, 24 de septiembre de 2018

Salvadora historia de amor

Cada mañana lo mismo:
la traición de la rutina;
él que mira a la vecina
y ella que observa el abismo.
Si el abrazo fue heroísmo
no lo sabremos jamás,
pero el rítmico compás
que compartieron sus pieles
hizo de espinas, laureles,
y de menos, mucho más.