«¡Uyuyuy, caray, caramba,
carambita, carambola!
¡Vamos Marcelo, qué bola,
qué mala leche, qué bamba!
Nos quiere dejar sin chamba
con todo lo que ha contado.
¡Qué lenguaraz! ¡Desgraciado,
difamador, delincuente!
Lo niego tajantemente...
¿Necesito un abogado?»