Simple o, si quieres, compleja
(pero jamás complicada),
más risa que carcajada,
mucho más labio que ceja.
Que no se amargue en la queja
ni se endulce en la ignorancia,
que no se vuelva distancia
ni se convierta en rencor,
que sea amigos, amor,
abrazo, sueños y estancia.