domingo, 27 de septiembre de 2009

Esto nadie lo arregla

Parece que no importa, que a ninguno
le interesa en verdad cambiar las cosas,
(las fábricas observan ambiciosas
al bosque tropical e inoportuno).

Que se alimente el hombre del ayuno
y que se bañe en aguas asquerosas
(las empresas mineras, tan fastuosas,
aman el mar contaminado y bruno).

Esto nadie lo arregla; la matanza
siempre es el paraíso de la hiena.
Lo que aún hay de vida ya no alcanza.

Que la tierra se vuelva un alma en pena,
que el desagüe se trague la esperanza,
¡y que el último jale la cadena!