No será por Cervantes (que no estoy
ni a una eternidad de su talento),
no será por Quijote (monumento,
al valor y al coraje, que no soy).
No será por Cervantes (pues no voy
a la grandeza -que era su elemento-),
no será por Quijote (mi jumento
ignora los futuros -vive el hoy-).
Si no es pues por Cervantes (que fustiga
al torpe -como yo- que ya no avanza)
ni por Quijote (fe que no mendiga).
¿Me lograré colar en la añoranza
universal por la gentil barriga
que a algunos les recuerda a Sancho Panza?