La tierra es mi mujer, abro sus piernas
con la torpeza amable de mi arado;
ella sabe que vivo enamorado
de sus lágrimas íntimas y eternas.
De todas las verduras, las más tiernas
serán de aquel que nunca ha cosechado;
el señor de este valle, el hacendado
que escupe con soberbia en las tabernas.
La tierra será amable y generosa,
dará trigo que es pan y uva que es vino,
fruta que es tierna y dulce y olorosa.
Yo domaré la hierba y el espino.
Yo siempre seré pobre. Dolorosa
es la vida, lo sé; soy campesino.