lunes, 9 de noviembre de 2009

Todos es igual

Si ya no existe el muro de Berlín,
si ya se terminó la guerra fría,
¿por qué millones viven la agonía
del egoísmo miserable y ruin?

¿La libertad? Un Pálido arlequín
que vive entre espejismo y porquería,
mujerzuela sin luz ni compañía,
palabra fácil, sobras de un festín.

¿De qué sirvieron tantos sueños rotos,
tantos muertos con fe, tanta desgracia,
tantos besos y abrazos, tantas fotos?

Todo es igual. Cambiamos la falacia
del único partido, por los votos.
¡Qué bien sabes mentirnos, Democracia!