Debieron darle el de Literatura
por su libro -total, no importaría-,
o, por la crisis, el de Economía,
total, la recesión no nos apura.
Tal vez de Medicina, si nos cura
con su excesiva dosis de alegría;
de Física, total, su simpatía
es energía -dicen que muy pura-.
De Química, si quieren, pues transforma
el mal en bien -ilusionista audaz-
y la Ley del Talión en buena norma.
Pudo ser cualquier Nobel, justo, asaz
-pudo calzar muy bien en cualquier horma-,
¿pero no fue muy mucho el de la Paz?