Vamos a ver si puedo con la pluma
(es un decir, si puedo en el teclado
escribir un soneto improvisado
con muy poco Vallejo y mucha espuma).
Las palabras se salvan de la bruma
y le dan forma, vértigo y estado,
al poema senil (viejo soldado
que siempre resta porque nunca suma).
No he de ser inmortal, queda sabido
(sabido y resabido en este verso
que carece de todo lo que pido).
Ni santo, ni cabal, malo o perverso,
tan solo un rimador mal repetido,
ceremonial, nostálgico y disperso.